One DAY in MARRAKECH



Cuando alguien me comenta que tiene unos días de vacaciones con presupuesto ajustado y no sabe a donde ir mi respuesta es siempre Marruecos. Tenemos la fortuna de tenerlo tan cerca que tomar un avión y aterrizar en una ciudad como Marrakech es más fácil y más barato que la mayoría de los destinos europeos.

Desde hace muchos años Marruecos es uno de mis países preferidos que cada cierto tiempo necesito no para descansar físicamente sino para relajar mi mente y jugar con ella. Es tal la diferencia en las formas, en los tiempos, en los olores o en la música que me permite por un tiempo alejarme del acelerado ritmo de nuestra sociedad.

En la actualidad además de los placeres mencionados con un toque de exotismo ando a la búsqueda de lo que tenemos en común que no es poco. Con sólo sumergirnos en la superficie encontraremos una arquitectura familiar, escuelas de música andalusíes, apellidos españoles, palabras comunes, rasgos físicos idénticos o sabores conocidos que convierten a Marruecos no en un país exótico sino en un país donde un español puede descubrir una parte de lo que es pero que estaba dormida con el paso del tiempo.