El Sahara con Michael Palin

Todavía con su atuendo tuareg, Michael retoma el viaje en un paraje desolado, salvo por un pilar de hierro que marca el límite entre Nigeria y Argelia. Viaja al norte por un escenario plagado de coches abandonados por aquéllos que no alcanzaron su destino. Llega a los campos de petróleo y gas que sustentan la economía argelina. Las instalaciones francesas de los años 50 hicieron de este lugar un reducto de la Europa rural. Después viaja al oeste y cruza territorio libio, donde es muy difícil conseguir un permiso para grabar. Su destino es Túnez, donde él mismo fue crucificado durante el rodaje de La vida de Brian. Es el único país en la ruta de Michael con turismo generalizado, y en la playa de Djerba habla con un habitante local acerca del turismo sexual.


A bordo del Maghreb Express Michael llega a Argel, donde necesita escolta para visitar la ciudad. Se arriesga a ir a la casba y a viajar en un tren famoso por haber sido víctima de varios atentados. Por último, Michael viaja en ferry a Ceuta, desde donde regresa a Gibraltar pasando por Tarifa, donde es testigo de la inmigración ilegal. En Gibraltar, las discusiones sobre una soberanía compartida con España preocupan a Michael